SOY CRISTIANO POR EL AMOR DE DIOS 02-04-2019
Juan 3:16 Porque de tal manera AMÓ Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Ser cristiano tiene que ver con el AMOR. El amor de Dios se derrama sobre el mundo, y quienes creen en ese amor pueden llegar hasta Dios y ser parte de Su Reino. Cuando el cristiano experimenta el amor de Dios en su vida, no sólo desea estar siempre bajo ese amor, sino que ama a Dios incondicionalmente y desea seguirle y servirle para siempre. Esto significa consagrarse, santificarse, rendir su vida a él.
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me AMÓ y se entregó a sí mismo por mí.
Para el cristiano su vida no es de él mismo, sino que le pertenece a Cristo. El sacrificio de la Cruz fue el precio que Cristo pagó por la salvación de su alma. ¿Qué puede dar una persona a cambio de la salvación que Cristo pagó? No hay precio que pueda pagar tal sacrificio de amor. Entonces el cristiano entrega todo lo que tiene y hasta su propia vida a Cristo por amor. Es su forma de ser agradecido con quien lo rescató de la condenación, le dio libertad espiritual, le sanó las heridas de su alma, le hizo saber que es alguien importante y amado, le dio una nueva oportunidad de vida, lo bendijo abundantemente y le concedió el privilegio de convertirse en hijo de Dios.
DIOS ES AMOR
1º Juan 4:8 El que no AMA, no ha conocido a Dios; porque DIOS ES AMOR. 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el AMOR que Dios tiene para con nosotros. DIOS ES AMOR; y el que permanece en AMOR, permanece en Dios, y Dios en él. 4:19 Nosotros le AMAMOS a él, porque él nos AMÓ primero.
Mateo 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 22:38 Este es el primero y grande mandamiento. 22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
El mandamiento de Cristo para sus discípulos es el amor. Dios es amor y dónde hay Dios, hay amor; entonces si no hay Dios no hay amor, si no hay amor no está Dios. El cristiano que ha sido investido por el poder del Espíritu Santo expresa amor incondicional hacia todos. Si no lo hace así, está falto de una correcta comunión espiritual o simplemente es alguien que dice ser cristiano pero que no ha conocido ha Dios jamás. El amor de Dios restaura completamente el alma herida y capacita el cristiano para el amor puro y verdadero, para sentirse amado y para amar a los demás. Una de las formas de identificar el verdadero cristiano es por la grandeza del amor que sale de su corazón.
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