Sin Tan solo Pudiera Tocar el Manto
Lucas 8:43-48
Introducción: (mujer enferma con flujo de sangre) Ante el fracaso todos experimentamos diversas reacciones: lloro, decepción, tristeza, quizá algunos no quieren volverá empezar, pero otros se esfuerzan y vuelven a intentarlo, y alcanzan grandes conquista. Un día Moisés falló y por mucho tiempo se aisló, pero Dios lo llamó y lo uso poderosamente. Dios es todopoderoso y él puede restaurar todas las cosas, acerquémonos a Su presencia y sigamos su dirección, pues él nos llevará al mejor destino.
LA MUJER CON FLUJO DE SANGRE
- ELLA ENFRENTA UN PROBLEMA QUE NO TIENE SOLUCIÓN NATURAL (Marcos 5:24-26).
- Las crisis son diversas, en éste caso era una enfermedad grave y sin cura terrenal.
Comentario 1: La Biblia nos dice que ésta mujer enferma: “hacía 12 años padecía de flujo de sangre… consultó muchos médicos… había gastado todo lo que tenía y antes le iba peor”. Esta enfermedad era tal vez una “metrorragia crónica”, porque la padecía hacía más de una década y era continua. En cuanto al estado de salud de su cuerpo, una continua hemorragia sin duda le llevaría a gran debilidad y seguramente a una anemia aguda, veríamos su rostro pálido y con un estado de ánimo decaído frente a un gran problema sin solución.
Comentario 2: Ella seguramente vivía una angustia en silencio ante el peso de la ley a cuestas sobre su espalda, pues la ley la hacía impura y por tanto quedaba excluida de la mayor parte de las relaciones entre la sociedad Judía (Levítico 15:25–27). Seguramente era rechazada, y señalada pues su condición hacía pensar a muchos que estaba bajo el juicio de Dios por su pecado. Seguramente era divorciada, pues la ley le permitía a su marido dejarla.