PARTE 4: EL CIRCO EVANGÉLICO.
Cuando ingresamos al cristianismo, todos queremos ser parte del Ejército de Dios; pero ni siquiera sabemos lo que es eso. Sólo nos hacen entender que todo será hermoso, que tendremos momentos grandiosos, y que seremos invencibles; que estaremos siempre unidos, compartiremos charlas, mucha música, alegría, paseos, comida y deportes.
Se ha generado una falsa idea, una falsa doctrina sobre la IMAGEN Y EL CONCEPTO del EJÉRCITO DE DIOS. Muchos hacen parecer que es como «un gran circo, lleno de gente alegre que va pasando; son los hijos de la luz; Dios los ama a todos como son; todos son bienvenidos al ejército de dios». Eso es una farándula dentro de la iglesia que se ha permitido; que muchos ven como algo que es bueno porque luce una «careta de alegría». Esta farándula y careta, de nada sirven, son una mentira. Muchos no logran el éxito en la vida, porque son cristianos, pero no se les ha enseñado correctamente el concepto de que son también soldados, y como tal deben ser adiestrados.
Este tipo de cristianos que juegan a los guerreros victoriosos, se detectan fácilmente; porque son cristianos que quieren hacerse los grandes y entendidos, pero son como niños mal enseñados, caprichosos, rebeldes, envanecidos, falsos, hipócritas, engañosos; haciendo y viviendo un evangelio a su manera. No presentan un buen testimonio en su vida personal y casi siempre están metidos en problemas a causa de su necedad. No tienen idea de lo que realmente es el reino de las tinieblas, ni lo que significa la guerra espiritual. Son los primeros en caer en el engaño del diablo; y son los más difíciles de liberar.
Al diablo le sirve mucho, que las iglesias se llenen de «ejércitos» de cristianos desinformados e ineficientes, haciendo el ridículo cuando oran; que avergüenzan el nombre de Dios y la iglesia, con su testimonio fraudulento.